Expansion (Madrid)
Lunes,13 Diciembre 2004
EN PRIMER PLANO SOCIEDADES MULTIETNICAS Y COMPLEJIDAD POLITICA
El federalismo parece la formula mas razonable para ilustrar y
orientar las soluciones que cada caso merezca de cara a establecer
valores comunes entre intereses opuestos.
El sociologo frances Alain Touraine ha pronosticado que el siglo XXI
estara dominado por "la cuestion nacional", como el siglo XX lo
estuvo por la cuestion social. "En todas las partes del mundo
-senala- es visible el desgarramiento entre el universalismo
arrogante y unos particularismos agresivos. El principal problema
politico es, y sera, limitar ese conflicto total, establecer unos
valores comunes entre intereses opuestos".
La realidad le esta dando la razon. Basta echar una mirada a nuestro
alrededor para descubrir que la mayoria de los conflictos politicos y
de las guerras actuales responden a la complejidad multiidentitaria
de las naciones diversas o a los nacionalismos exacerbados en
territorios o en estados cuya integridad esta cuestionada.
Los Balcanes fueron el primer gran estallido y todavia no se ha
resuelto, porque la convivencia en Bosnia, cuando las fuerzas de EEUU
y Europa dejen de ejercer el orden, puede obligarnos a reconocer
otros dos estados, y porque Kosovo sigue siendo un problema
irresoluble: un territorio que pertenece, indudablemente, a Serbia,
con un 80% de poblacion albanesa que odia al 20% serbio y viceversa.
Pero miremos ahora al sur del Caucaso y veremos a los armenios que
odian Turquia por el genocidio de principios del siglo XX.
Georgianos divididos por sus intereses para con Rusia o EEUU.
El conflicto de Nagorno-Karabaj expresa bien esta complejidad.
Territorio de Azerbaian poblado totalmente por armenios. Un enclave
cristiano rodeado por musulmanes. Los ejercitos de ambos paises estan
en una escalada armamentista: los unos para defender su territorio y
los otros para defender a sus ciudadanos.
Mas arriba y al Este esta Chechenia, cuyo conflicto, mejor diremos
guerra, con Rusia no tiene ni facil ni rapida solucion. Incluso en el
actualisimo problema electoral surgido en Ucrania late un gravisimo
problema de convivencia multiidentitaria. Los ucranianos del Norte y
del Este son pro-rusos por origen, afinidad, cultura e intereses y el
resto es pro-occidental y europeo. Un grave cisma de orden politico y
social se cierne sobre ese importantisimo pais en el que ya se han
empezado a escuchar llamamientos separatistas de una comunidad
dividida.
Todo el Este europeo es un polvorin identitario que ha estallado con
la caida del comunismo y el fracaso de las fronteras creadas por
Stalin y los grandes movimientos poblacionales que organizo aquel
regimen politico. Pero ya mucho antes, desde la caida del imperio
austro-hungaro, las minorias etnicas, linguisticas o nacionales en
paises distintos presentan una complejidad no por conocida menos
importante: el enclave ruso de Kaliningrado en Polonia, hungaros en
Rumania, albaneses en Serbia y Montenegro, serbios en Croacia y
Bosnia, turcos en Bulgaria, armenios en Azerbayan, polacos en
Lituania, uzbekos en Tajakistan, etcetera
Tampoco nosotros escapamos a esta complejidad. El nacionalismo
catalan y el vasco, con la deriva violenta de este ultimo,
representan, objetivamente, una dificilisima problematica para la
construccion de la nacion espanola. Pero los franceses tienen
Corcega, y en menor medida la Bretana. Los ingleses, Escocia y Gales;
los italianos, la Padania del Norte, y no digamos los belgas, que no
son dos Estados porque les queda el Rey y el nombre, y la historia de
un solo pais, aunque walones y flamencos parecen dos.
?Que hacer?, que diria Lenin. Hay una falsa solucion: crear nuevos
estados alla donde una comunidad cultural o etnica lo reclama, bajo
el llamado principio de la autodeterminacion. En definitiva, alterar
el statu quo de los limites territoriales y las fronteras y guiarse
del principio nacionalista en la construccion de los estados, que
atribuye esa condicion a las naciones puras, basadas en una lengua,
cultura e historia comunes y en una voluntad ciudadana ampliamente
respaldada (como la escision de la Republica Checa y Eslovaquia, por
ejemplo).
Pero ese principio nos arrastra a una progresiva tribalizacion del
mundo. En plena globalizacion, cuando mas necesario es crear espacios
supranacionales e implementar politicas mundiales en las finanzas, en
la multilateralidad internacional o en el medio ambiente, resulta
paradojico y completamente contradictorio que el mundo se fragmente
en su organizacion politica aplicando el principio de que donde hay
una lengua o una etnia hay una nacion, y donde hay nacion debemos
construir un estado. Conviene recordar que, como nos dice el
historiador britanico E. Hobsbawn, en la actualidad hay no menos de
seiscientas lenguas vivas y mas de cuatro mil grupos etnicos
diferentes. ?Es esta la organizacion del poder politico que
propugnamos para la diversidad y la multietnicidad del mundo?
Tiene que haber otras soluciones. La mia es el federalismo en los
estados complejos por su diversidad identitaria y en los espacios
supranacionales que estamos creando sobre los estados actuales, es
decir, en la Union Europea, en nuestro caso.
El federalismo responde a un triple principio que inspira una triple
exigencia de las comunidades intraestatales. El primero es la
subsidiariedad, que garantiza una organizacion administrativa del
poder politico de abajo a arriba, es decir, de lo local a lo
supranacional con predominio de la gestion local. El segundo es la
identidad, que asegura el respeto y el fomento de los elementos
culturales y politicos distintivos de la comunidad de referencia.
Implica el autogobierno politico de la region-nacion o comunidad.
El tercero es la cohesion que garantiza la unidad y la solidaridad
del Estado y de este como garante de derechos, deberes, igualdad y
seguridad.
El federalismo como cultura politica, como modelo de articulacion del
poder al territorio, con todas sus variables y con todos los
adjetivos que se le quieran anadir, constituye la formula mas
ingeniosa y democratica para resolver las demandas de las
nacionalidades sin estado en el seno de estados plurinacionales.
Es, ademas, la mejor formula para orientar la construccion de los
espacios supranacionales y resolver los mecanismos de subsidiariedad
e identidad de los estados-nacion, con la necesaria cohesion y
coordinacion entre los estados.
El federalismo constituye la formula mas generosa y profunda de
descentralizacion politica, entendiendo por tal no la mera delegacion
o descentralizacion administrativa sino la disposicion de un Poder
Legislativo, Ejecutivo y Judicial, con competencia propia para
decidir, mediante organos elegidos en el ambito de la comunidad y con
reglas democraticas propias, sobre los problemas economico-culturales
y sociales de su interes.
En definitiva, y para establecer esos valores comunes entre intereses
opuestos a los que se referia Touraine, el federalismo parece la
formula mas razonable para ilustrar y orientar las soluciones que
cada caso merezca. Federalismo es union, lealtad y libertad; es
autonomia en cooperacion. Federalismo es soberanias compartidas
sometidas a un orden jerarquico y organizado de decidir en un marco
de cooperacion y no de competencia. Federalismo es hacer compatibles
espacios concentricos de organizacion territorial del poder politico
a traves de un orden constitucional basado en una cultura y unos
principios de respeto mutuo y de colaboracion desde la autonomia.
La mayoria de los conflictos politicos y de las guerras actuales
responden a la complejidad multinidentaria de las naciones
El federalismo es hacer compatibles espacios concentricos de
organizacion territorial del poder politico Portavoz del PSOE en la
Comision Constitucional del Congreso de los Diputados
Ramon Jauregui Atondo
From: Emil Lazarian | Ararat NewsPress
Lunes,13 Diciembre 2004
EN PRIMER PLANO SOCIEDADES MULTIETNICAS Y COMPLEJIDAD POLITICA
El federalismo parece la formula mas razonable para ilustrar y
orientar las soluciones que cada caso merezca de cara a establecer
valores comunes entre intereses opuestos.
El sociologo frances Alain Touraine ha pronosticado que el siglo XXI
estara dominado por "la cuestion nacional", como el siglo XX lo
estuvo por la cuestion social. "En todas las partes del mundo
-senala- es visible el desgarramiento entre el universalismo
arrogante y unos particularismos agresivos. El principal problema
politico es, y sera, limitar ese conflicto total, establecer unos
valores comunes entre intereses opuestos".
La realidad le esta dando la razon. Basta echar una mirada a nuestro
alrededor para descubrir que la mayoria de los conflictos politicos y
de las guerras actuales responden a la complejidad multiidentitaria
de las naciones diversas o a los nacionalismos exacerbados en
territorios o en estados cuya integridad esta cuestionada.
Los Balcanes fueron el primer gran estallido y todavia no se ha
resuelto, porque la convivencia en Bosnia, cuando las fuerzas de EEUU
y Europa dejen de ejercer el orden, puede obligarnos a reconocer
otros dos estados, y porque Kosovo sigue siendo un problema
irresoluble: un territorio que pertenece, indudablemente, a Serbia,
con un 80% de poblacion albanesa que odia al 20% serbio y viceversa.
Pero miremos ahora al sur del Caucaso y veremos a los armenios que
odian Turquia por el genocidio de principios del siglo XX.
Georgianos divididos por sus intereses para con Rusia o EEUU.
El conflicto de Nagorno-Karabaj expresa bien esta complejidad.
Territorio de Azerbaian poblado totalmente por armenios. Un enclave
cristiano rodeado por musulmanes. Los ejercitos de ambos paises estan
en una escalada armamentista: los unos para defender su territorio y
los otros para defender a sus ciudadanos.
Mas arriba y al Este esta Chechenia, cuyo conflicto, mejor diremos
guerra, con Rusia no tiene ni facil ni rapida solucion. Incluso en el
actualisimo problema electoral surgido en Ucrania late un gravisimo
problema de convivencia multiidentitaria. Los ucranianos del Norte y
del Este son pro-rusos por origen, afinidad, cultura e intereses y el
resto es pro-occidental y europeo. Un grave cisma de orden politico y
social se cierne sobre ese importantisimo pais en el que ya se han
empezado a escuchar llamamientos separatistas de una comunidad
dividida.
Todo el Este europeo es un polvorin identitario que ha estallado con
la caida del comunismo y el fracaso de las fronteras creadas por
Stalin y los grandes movimientos poblacionales que organizo aquel
regimen politico. Pero ya mucho antes, desde la caida del imperio
austro-hungaro, las minorias etnicas, linguisticas o nacionales en
paises distintos presentan una complejidad no por conocida menos
importante: el enclave ruso de Kaliningrado en Polonia, hungaros en
Rumania, albaneses en Serbia y Montenegro, serbios en Croacia y
Bosnia, turcos en Bulgaria, armenios en Azerbayan, polacos en
Lituania, uzbekos en Tajakistan, etcetera
Tampoco nosotros escapamos a esta complejidad. El nacionalismo
catalan y el vasco, con la deriva violenta de este ultimo,
representan, objetivamente, una dificilisima problematica para la
construccion de la nacion espanola. Pero los franceses tienen
Corcega, y en menor medida la Bretana. Los ingleses, Escocia y Gales;
los italianos, la Padania del Norte, y no digamos los belgas, que no
son dos Estados porque les queda el Rey y el nombre, y la historia de
un solo pais, aunque walones y flamencos parecen dos.
?Que hacer?, que diria Lenin. Hay una falsa solucion: crear nuevos
estados alla donde una comunidad cultural o etnica lo reclama, bajo
el llamado principio de la autodeterminacion. En definitiva, alterar
el statu quo de los limites territoriales y las fronteras y guiarse
del principio nacionalista en la construccion de los estados, que
atribuye esa condicion a las naciones puras, basadas en una lengua,
cultura e historia comunes y en una voluntad ciudadana ampliamente
respaldada (como la escision de la Republica Checa y Eslovaquia, por
ejemplo).
Pero ese principio nos arrastra a una progresiva tribalizacion del
mundo. En plena globalizacion, cuando mas necesario es crear espacios
supranacionales e implementar politicas mundiales en las finanzas, en
la multilateralidad internacional o en el medio ambiente, resulta
paradojico y completamente contradictorio que el mundo se fragmente
en su organizacion politica aplicando el principio de que donde hay
una lengua o una etnia hay una nacion, y donde hay nacion debemos
construir un estado. Conviene recordar que, como nos dice el
historiador britanico E. Hobsbawn, en la actualidad hay no menos de
seiscientas lenguas vivas y mas de cuatro mil grupos etnicos
diferentes. ?Es esta la organizacion del poder politico que
propugnamos para la diversidad y la multietnicidad del mundo?
Tiene que haber otras soluciones. La mia es el federalismo en los
estados complejos por su diversidad identitaria y en los espacios
supranacionales que estamos creando sobre los estados actuales, es
decir, en la Union Europea, en nuestro caso.
El federalismo responde a un triple principio que inspira una triple
exigencia de las comunidades intraestatales. El primero es la
subsidiariedad, que garantiza una organizacion administrativa del
poder politico de abajo a arriba, es decir, de lo local a lo
supranacional con predominio de la gestion local. El segundo es la
identidad, que asegura el respeto y el fomento de los elementos
culturales y politicos distintivos de la comunidad de referencia.
Implica el autogobierno politico de la region-nacion o comunidad.
El tercero es la cohesion que garantiza la unidad y la solidaridad
del Estado y de este como garante de derechos, deberes, igualdad y
seguridad.
El federalismo como cultura politica, como modelo de articulacion del
poder al territorio, con todas sus variables y con todos los
adjetivos que se le quieran anadir, constituye la formula mas
ingeniosa y democratica para resolver las demandas de las
nacionalidades sin estado en el seno de estados plurinacionales.
Es, ademas, la mejor formula para orientar la construccion de los
espacios supranacionales y resolver los mecanismos de subsidiariedad
e identidad de los estados-nacion, con la necesaria cohesion y
coordinacion entre los estados.
El federalismo constituye la formula mas generosa y profunda de
descentralizacion politica, entendiendo por tal no la mera delegacion
o descentralizacion administrativa sino la disposicion de un Poder
Legislativo, Ejecutivo y Judicial, con competencia propia para
decidir, mediante organos elegidos en el ambito de la comunidad y con
reglas democraticas propias, sobre los problemas economico-culturales
y sociales de su interes.
En definitiva, y para establecer esos valores comunes entre intereses
opuestos a los que se referia Touraine, el federalismo parece la
formula mas razonable para ilustrar y orientar las soluciones que
cada caso merezca. Federalismo es union, lealtad y libertad; es
autonomia en cooperacion. Federalismo es soberanias compartidas
sometidas a un orden jerarquico y organizado de decidir en un marco
de cooperacion y no de competencia. Federalismo es hacer compatibles
espacios concentricos de organizacion territorial del poder politico
a traves de un orden constitucional basado en una cultura y unos
principios de respeto mutuo y de colaboracion desde la autonomia.
La mayoria de los conflictos politicos y de las guerras actuales
responden a la complejidad multinidentaria de las naciones
El federalismo es hacer compatibles espacios concentricos de
organizacion territorial del poder politico Portavoz del PSOE en la
Comision Constitucional del Congreso de los Diputados
Ramon Jauregui Atondo
From: Emil Lazarian | Ararat NewsPress