Diario Vasco, San Sebastián
Domingo, 21 de noviembre de 2004
VAHAN SARKISIAN LINGÜISTA, ARMENÓLOGO Y VASCÓLOGO
«No entiendo cómo los vascos no han terminado aún su diccionario
etimológico»
El profesor Vahan Sarkisian vuelve a Euskadi tres años después de su
última visita para renovar contactos e insistir en la importancia que
para los vascos tiene finalizar el diccionario etimológico
MIKEL AYESTARAN./DV. YEREVÁN
Hace unos años su nombre apareció en todos los medios y su teoría
sobre el origen del euskera dejó perplejo a más de uno. Vahan
Sarkisian (Yereván, 1954) regresa la próxima semana al País Vasco
para retomar los contactos con las instituciones vascas e insistir en
la importancia que tiene para Euskadi finalizar su diccionario
etimológico. Ahora es director de la Cátedra de Filología Románica en
la Universidad Estatal de Yereván y tras un período de intenso
trabajo ha encontrado de nuevo un hueco para volar hasta aquí y
dedicarse a su pasión: la relación armenio-vasca.
En su recién inaugurado despacho guarda los ejemplares que ha
traducido del castellano y el euskera al armenio. Ocupan gran parte
de su vitrina. Fumador empedernido de tabaco rubio y amante del café
a cualquier hora del día, Vahan Sarkisian piensa mucho antes de
responder a cada pregunta. A veces el silencio se hace eterno y
parece que la pregunta no le ha gustado. Pero entre calada y calada
busca el momento exacto para responder con calma y de forma reflexiva
a cada cuestión en un perfecto castellano. En diferentes momentos de
la conversación no se puede contener y, bolígrafo en mano, despieza
palabras en euskera para mostrar su extraordinaria semejanza con el
armenio.
-¿Cómo se coló el euskera entre las inquietudes de un armenólogo?
-Cuando estudiaba el sustrato pre-latino del español llegaron a mis
manos algunas comparaciones sobre la influencia en el castellano del
euskera y las lenguas pre-románicas. Ese fue mi primer contacto y ya
han pasado casi treinta años. Resultó además que todas las teorías
que consulté sobre esa nueva lengua miraban directamente a Armenia.
Andrés de Poza, Baltasar de Etxabe o Esteban de Garibai ya hablaban
del nexo entre los dos pueblos. Desde entonces el vasco pasó a formar
parte de mi vida y he trabajado muy duro para rescatar la vía
abandonada por algunos expertos actuales sobre la relación cultural
vasco-armenia.
-Usted defiende que el origen del euskera está en Armenia
contradiciendo a los que opinan que se trata de una lengua única.
-El origen del euskera está en Armenia o el del Armenio en Euskadi,
lo mismo me da. Lo que tengo claro es que los dos pueblos son
hermanos. En la cultura, tradiciones y la lengua se dan unas
coincidencias que dejan fuera de toda duda esta relación. No se trata
de casualidades, son pruebas evidentes. Además, no existe un idioma
que sea único en el mundo, un hijo siempre sale de un padre y una
madre. Lo que ocurre es que no interesa políticamente prestar
atención a esta teoría. Ni a España le conviene reconocer un hermano
vasco en el Caúcaso, ni los vascos quieren renunciar a su sentimiento
de ser únicos, ni los propios armenios desean perder este sentimiento
de exclusividad que también tienen. La ciencia es una cosa, el
orgullo nacional otra bien diferente.
-Tiene, por tanto, una complicadísima tarea por delante. ¿Cómo
pretende convencer al mundo lingüístico de sus descubrimientos?
-Aportando cada vez más pruebas. Mi intención es construir un puente
de colaboración entre expertos del País Vasco y Armenia. La primera
vez que escribí sobre el tema armenio-vasco fue en un artículo que se
publicó en la prensa argentina en el año 1988. Llegó a las manos del
difunto José María Satrústegui y me envió una carta pidiéndome nuevos
artículos para Fontes Linguae Vasconum. Desde entonces y hasta hace
tres años la relación fue estrecha, viajaba anualmente al País Vasco
y hasta me nombraron académico de honor de Euskaltzaindia (Academia
Vasca de la Lengua) como muestra de reconocimiento a mi trabajo de
promoción del euskera en el mundo.
-Y vuelve a Euskadi tras este período de reflexión para volver a
llamar a las puertas de los vascólogos.
-Quiero renovar contactos e intentar buscar un editor interesado en
publicar un trabajo que se titularía algo así como Armenios y vascos,
el reto de una identidad desconocida. Un título que enganche y que
sirva para que alguien haga en el País Vasco lo que nosotros ya
tenemos en Armenia. Hay que abandonar ese sentimiento de sentirse
únicos.
-¿Cuál es la base de su teoría de unión entre estos dos pueblos?
-Soy lingüista y me fijo sobre todo en las semejanzas que existen
entre ambos idiomas. Hay más de cien palabras de uso cotidiano que no
necesitan ni traductor. Además hay sufijos exactamente iguales que se
añaden a las palabras como por ejemplo -tegi (lugar) o -ago (más) y
con ello se hace difícilmente calculable el número exacto de
coincidencias. ¿De qué número se puede hablar si con un simple sufijo
ya se duplica el vocabulario? Entre el armenio y el vasco existen
muchísimas semejanzas, incluyendo la fonética, gramática y una parte
notoria del vocabulario. Estas coincidencias abarcan sustantivos,
adjetivos, verbos...
-¿Cómo es posible esto si hay cuatro mil kilómetros de distancia
entre ambos pueblos?
-Se puede entender de dos formas. O bien los vascos se desplazaron
desde Armenia a la Península Ibérica, o viceversa; o bien existió en
la antigüedad una gran cultura vasca-armenia que abarcaría desde los
Pirineos hasta el Caúcaso. No le veo otra explicación.
Tres años sin visitas
-¿Qué ha ocurrido en estos tres años? ¿Por qué este alto en las
relaciones con Euskadi?
-Desde el principio el trabajo ha sido unilateral, sin respuesta
desde el lado vasco. En Armenia ya contamos con una base y se puede
estudiar el euskera y la cultura vasca de forma organizada, pero en
el País Vasco no existe interés alguno por Armenia. Abrimos el camino
pero nadie ha respondido a nuestra llamada, no se dan cuenta de que
si se profundiza en esta teoría no tienen nada que perder y sí
muchísimo que ganar. Hasta 2001 me invitaban a congresos, viajaba con
asiduidad, recibíamos delegaciones vascas en Yereván, pero ¿para qué?
Sólo buenas intenciones, nadie hacía nada, sólo nosotros. Abrimos la
revista internacional armenio-vasca, Araxes, y se publicaron once
números con casi setenta artículos, fundamos en Yereván la Asociación
de Estudios Vasco Armenios, abrimos un centro que estuvo operativo
durante diez años y pusimos en marcha un programa de difusión de la
cultura vasca que culminó con la publicación en 1996 de Tradiciones
populares vascas con una tirada increíble de cinco mil ejemplares,
impreso en Armenia sin ninguna ayuda externa. También publicamos una
gramática, un diccionario mucho trabajo que abrió las puertas al
euskera a nuestros estudiantes. ¿Y cuál ha sido la respuesta vasca?
Ninguna.
-¿Se siente decepcionado con el trabajo de difusión del euskera que
realiza el Gobierno Vasco?
-En el caso vasco me decepciona sobre todo la falta de interés por
Armenia. Esta teoría exige un grado de implicación mucho mayor. Hace
tres años me planté porque pensaba que ya era hora de que los
vascólogos del País Vasco empezaran a trabajar en serio el tema
armenio y crearan condiciones para la difusión de nuestro idioma a
través de cursos en la Universidad del País Vasco, tal y como hacemos
con el mundo vasco en Yereván. A esta decepción personal hay que
sumar la decepción general en mi país con los vascos. Trabajé mucho
en defensa de la teoría y ahora los lingüistas de Armenia desconfían
porque no he recogido nada después de sembrar tanto. «¿Dónde están
los vascos?», me preguntan mis colegas de vez en cuando. Por último,
pese a ser académico de honor de Euskaltzaindia, parece que mi
técnica de trabajo no gusta demasiado a algunos vascólogos nativos.
Mientras que ellos miran al exterior para buscar el origen de las
palabras, yo propongo no salir del euskera. Es un método de
reconstrucción interna del lenguaje que ayuda a no perder el tesoro
castizo de la lengua vasca.
-¿Están de acuerdo los expertos vascos con sus planteamientos?
-Creo que algo deben reconocer para cuando me nombraron académico de
honor de su academia de la lengua. Pero mantengo discrepancias de
criterios con algunos en cuanto a la confección de una obra que yo
considero capital para cualquier pueblo, el diccionario etimológico.
No puedo entender que un pueblo que habla tanto de sus orígenes
únicos y se lamenta de tener una lengua en peligro no haya sido capaz
de culminar su propio diccionario. Hay siete tomos que llevan parados
desde 1997 y aún faltan tres por publicarse. Todos los vascólogos
esperamos que salgan algún día. En su día me comentaron la
posibilidad de terminar esta obra pero no formalizamos nada porque el
decano de la Facultad de Filología Vasca, Joseba Lakarra, asumió
personalmente la responsabilidad de acabarlo. Han pasado siete años y
no ha hecho absolutamente nada, cuando se trata de un trabajo
perfectamente realizable en tres. Me encantaría ser el autor, pero me
conformo con ser lector, sólo pido que se acabe de una vez esta obra
de importancia nacional para cualquier pueblo. A veces pienso que no
quieren que un armenio culmine esta obra que empezaron grandes
vascólogos como Agud, Michelena y Tovar.
-Conoce perfectamente la historia de los españoles y los vascos, da
clases sobre sus culturas e idiomas, ¿ve usted alguna solución al
conflicto entre ambos?
-Llevo tres años sin estar allí y han sido tres años importantes, con
muchos cambios sobre todo en España. El terrorismo también ha
cambiado de nombre, ahora el fundamentalismo preocupa más que ETA. El
PSOE ha vuelto al gobierno tras ocho años en la oposición... Todo
esto me impide hacer un análisis actual pero lo que siento es que ha
cambiado el contenido del conflicto. Me fijo en Armenia para explicar
lo que está ocurriendo en Euskadi. Aquí la opinión general es que
vivíamos mejor bajo el manto soviético, pero si lo dices en voz alta
te acusan de atentar contra la independencia nacional. Y estos mismos
que te acusan son los mismos que luego nos llenan la televisión
pública de películas en ruso o los mercados de productos del país
vecino. ¿Eso no es ir contra Armenia? Ahora podemos decir que somos
independientes, pero no tenemos libertad suficiente para comparar el
hoy con el ayer. En España ocurre lo mismo y si abres la boca ya te
colocan en un bando o en el otro. Los vascos tienen que resolver
primero su conflicto interno y luego será más sencillo el tema con
España, si logran la unidad interna en el país será más fácil llegar
más allá.
«El español gana terreno gratis en el mundo»
En las librería de Yereván se encuentra desde hace tres meses un
diccionario de Español-Armenio. Su tamaño y precio (30.000 drums, 60
dólares, una fortuna en este pequeño país en el que el sueldo medio
es de 130 dólares al mes) contrasta con los pequeños manuales de
conversación que existían hasta ahora en esta lengua. El Diccionario
Castellano-Armenio es un proyecto que Vahan Sarkisian comenzó en 1997
y ha culminado siete años después. Ahora prepara la edición inversa
que le gustaría publicar el próximo año.
- ¿Cómo se trabaja en la elaboración de un diccionario de estas
características a más de cuatro mil kilómetros de distancia de la
lengua sobre la que se trabaja?
-Actualicé el léxico armenio y lo uní con los diccionarios
castellanos más modernos, la última edición de la Real Academia,
Clave, Casares, Diccionario Básico de la Lengua de Planeta Un trabajo
cultural no puede contener elementos ideológicos como ocurría en la
etapa comunista. Ahora, por fin, los últimos datos de la lengua
española ya se encuentran también en armenio en este primer
diccionario del castellano a una lengua extranjera del siglo XXI.
-¿Cuánto tiempo le ha llevado?
-Casi mil páginas y cuarenta mil entradas, un gran avance si tenemos
en cuenta que, por ejemplo, el diccionario castellano-ruso más
completo que existe tiene quince mil menos. Empecé en 1997 pero al
enterarme de que la Real Academia preparaba un nuevo diccionario para
2001 paré, viajé a España y me lo compré para modernizar el trabajo
que ya tenía redactado. El volumen estaba ya listo el año pasado pero
por culpa de un error informático perdí veinte mil palabras y tuve
que reescribirlas. La confección del diccionario ha sido algo
personal, dedicado a mis alumnos, para lo que no he recibido apoyo
alguno, da mucho trabajo, pero poco dinero.
-¿Las autoridades españolas han respaldado este proyecto?
-No. Dejando el tema del diccionario a un lado, no estoy de acuerdo
con la política del Instituto Cervantes en mi país. No invierten una
peseta. Su labor consiste en cobrar la tasa de cuarenta euros que
cuesta el diploma de Español en la Universidad, el sueldo de algunos
padres de los chicos y chicas que tenemos aquí. Este año se han
matriculado trece jóvenes y hemos llegado a tener más de treinta en
cursos anteriores. Creo que España tenía que mimarlos un poco. En
Armenia los hispanistas estamos solos y con trabajos como el mío el
español gana terreno gratis en el mundo
DATOS PERSONALES
Vahan Sarkisian nació en Yereván en 1954. Entonces la República
estaba integrada en la URSS y Stalin era la cabeza visible del
régimen.
Entre 1973 y1978 cursó estudios de Filología Románica en la
Universidad Estatal de Yereván. Su tesis doctoral versó sobre los
contactos lingüísticos vasco-armenios.
Trabajó tres años en Cuba como intérprete y consejero de la URSS y
seis como director de una editorial juvenil. En 1993 empezó su
colaboración con la Universidad y en la actualidad es el director de
la Cátedra de Filología Románica de la Universidad Estatal de
Armenia.
Asignaturas que imparte: Introducción a la Filología Románica,
Historia de la Civilización Española, Historia de la Lengua Española,
Historia de la Literatura Española, Fonética teórica y Curso de
Civilización Vasca.
Es académico de honor de Euskaltzaindia (Academia Vasca de la Lengua)
desde 2002. También forma parte de la Asociación Internacional de
Hispanistas.
Idiomas: Domina el armenio, ruso, castellano, francés e italiano,
habla en inglés y entiende el euskera aunque no lo habla.
Traducciones: Ha traducido del castellano al armenio: El Buscón,
Lazarillo de Tormes, Tradiciones populares vascas o El rostro oculto
de la muerte. Y del euskera al armenio: Linguae Vasconum Primitiae ,
Peru Abarka y una antología sobre poetas navarros actuales. También
cuenta con una Euskal gramatika laburra y una antología sobre poemas,
Euskal esan zaharrak.
Diccionarios: Ha publicado un diccionario Castellano-Armenio (2004) y
otro Euskera-Armenio (2001).
COINCIDENCIAS
Estos son algunos de los ejemplos de las cien coincidencias
sobresalientes que el profesor Sarkisian ha encontrado entre el
euskera y el armenio:
haize viento ais
han allí hon
handiari grandeza andranik
andena grupo andeai
hara he allí ara
arasta sentencia arrats
ardi oveja arti
argi luz aregi
artza oso arch
astun pesado hast
baimen permiso paiman
bakarrik solamente batzarrik
berta cerca merdz
bits espuma bits
buru cabeza pur
elki salida elkh
erkin dolores de parto erken
gari trigo gari
gitxi poco khichi
haritx roble harrich
haztatu probar hastat
horma pared orm
murtzi puño murtz
ordo llano ord
otz frío oits
putz soplo phuch
http://www.diariovasco.com/pg041121/prensa/noticias/Cultura/200411/21/DVA-CUL-243.html
--Boundary_(ID_ib5wlQAbUCo3J6mApvl+Bw)--
Domingo, 21 de noviembre de 2004
VAHAN SARKISIAN LINGÜISTA, ARMENÓLOGO Y VASCÓLOGO
«No entiendo cómo los vascos no han terminado aún su diccionario
etimológico»
El profesor Vahan Sarkisian vuelve a Euskadi tres años después de su
última visita para renovar contactos e insistir en la importancia que
para los vascos tiene finalizar el diccionario etimológico
MIKEL AYESTARAN./DV. YEREVÁN
Hace unos años su nombre apareció en todos los medios y su teoría
sobre el origen del euskera dejó perplejo a más de uno. Vahan
Sarkisian (Yereván, 1954) regresa la próxima semana al País Vasco
para retomar los contactos con las instituciones vascas e insistir en
la importancia que tiene para Euskadi finalizar su diccionario
etimológico. Ahora es director de la Cátedra de Filología Románica en
la Universidad Estatal de Yereván y tras un período de intenso
trabajo ha encontrado de nuevo un hueco para volar hasta aquí y
dedicarse a su pasión: la relación armenio-vasca.
En su recién inaugurado despacho guarda los ejemplares que ha
traducido del castellano y el euskera al armenio. Ocupan gran parte
de su vitrina. Fumador empedernido de tabaco rubio y amante del café
a cualquier hora del día, Vahan Sarkisian piensa mucho antes de
responder a cada pregunta. A veces el silencio se hace eterno y
parece que la pregunta no le ha gustado. Pero entre calada y calada
busca el momento exacto para responder con calma y de forma reflexiva
a cada cuestión en un perfecto castellano. En diferentes momentos de
la conversación no se puede contener y, bolígrafo en mano, despieza
palabras en euskera para mostrar su extraordinaria semejanza con el
armenio.
-¿Cómo se coló el euskera entre las inquietudes de un armenólogo?
-Cuando estudiaba el sustrato pre-latino del español llegaron a mis
manos algunas comparaciones sobre la influencia en el castellano del
euskera y las lenguas pre-románicas. Ese fue mi primer contacto y ya
han pasado casi treinta años. Resultó además que todas las teorías
que consulté sobre esa nueva lengua miraban directamente a Armenia.
Andrés de Poza, Baltasar de Etxabe o Esteban de Garibai ya hablaban
del nexo entre los dos pueblos. Desde entonces el vasco pasó a formar
parte de mi vida y he trabajado muy duro para rescatar la vía
abandonada por algunos expertos actuales sobre la relación cultural
vasco-armenia.
-Usted defiende que el origen del euskera está en Armenia
contradiciendo a los que opinan que se trata de una lengua única.
-El origen del euskera está en Armenia o el del Armenio en Euskadi,
lo mismo me da. Lo que tengo claro es que los dos pueblos son
hermanos. En la cultura, tradiciones y la lengua se dan unas
coincidencias que dejan fuera de toda duda esta relación. No se trata
de casualidades, son pruebas evidentes. Además, no existe un idioma
que sea único en el mundo, un hijo siempre sale de un padre y una
madre. Lo que ocurre es que no interesa políticamente prestar
atención a esta teoría. Ni a España le conviene reconocer un hermano
vasco en el Caúcaso, ni los vascos quieren renunciar a su sentimiento
de ser únicos, ni los propios armenios desean perder este sentimiento
de exclusividad que también tienen. La ciencia es una cosa, el
orgullo nacional otra bien diferente.
-Tiene, por tanto, una complicadísima tarea por delante. ¿Cómo
pretende convencer al mundo lingüístico de sus descubrimientos?
-Aportando cada vez más pruebas. Mi intención es construir un puente
de colaboración entre expertos del País Vasco y Armenia. La primera
vez que escribí sobre el tema armenio-vasco fue en un artículo que se
publicó en la prensa argentina en el año 1988. Llegó a las manos del
difunto José María Satrústegui y me envió una carta pidiéndome nuevos
artículos para Fontes Linguae Vasconum. Desde entonces y hasta hace
tres años la relación fue estrecha, viajaba anualmente al País Vasco
y hasta me nombraron académico de honor de Euskaltzaindia (Academia
Vasca de la Lengua) como muestra de reconocimiento a mi trabajo de
promoción del euskera en el mundo.
-Y vuelve a Euskadi tras este período de reflexión para volver a
llamar a las puertas de los vascólogos.
-Quiero renovar contactos e intentar buscar un editor interesado en
publicar un trabajo que se titularía algo así como Armenios y vascos,
el reto de una identidad desconocida. Un título que enganche y que
sirva para que alguien haga en el País Vasco lo que nosotros ya
tenemos en Armenia. Hay que abandonar ese sentimiento de sentirse
únicos.
-¿Cuál es la base de su teoría de unión entre estos dos pueblos?
-Soy lingüista y me fijo sobre todo en las semejanzas que existen
entre ambos idiomas. Hay más de cien palabras de uso cotidiano que no
necesitan ni traductor. Además hay sufijos exactamente iguales que se
añaden a las palabras como por ejemplo -tegi (lugar) o -ago (más) y
con ello se hace difícilmente calculable el número exacto de
coincidencias. ¿De qué número se puede hablar si con un simple sufijo
ya se duplica el vocabulario? Entre el armenio y el vasco existen
muchísimas semejanzas, incluyendo la fonética, gramática y una parte
notoria del vocabulario. Estas coincidencias abarcan sustantivos,
adjetivos, verbos...
-¿Cómo es posible esto si hay cuatro mil kilómetros de distancia
entre ambos pueblos?
-Se puede entender de dos formas. O bien los vascos se desplazaron
desde Armenia a la Península Ibérica, o viceversa; o bien existió en
la antigüedad una gran cultura vasca-armenia que abarcaría desde los
Pirineos hasta el Caúcaso. No le veo otra explicación.
Tres años sin visitas
-¿Qué ha ocurrido en estos tres años? ¿Por qué este alto en las
relaciones con Euskadi?
-Desde el principio el trabajo ha sido unilateral, sin respuesta
desde el lado vasco. En Armenia ya contamos con una base y se puede
estudiar el euskera y la cultura vasca de forma organizada, pero en
el País Vasco no existe interés alguno por Armenia. Abrimos el camino
pero nadie ha respondido a nuestra llamada, no se dan cuenta de que
si se profundiza en esta teoría no tienen nada que perder y sí
muchísimo que ganar. Hasta 2001 me invitaban a congresos, viajaba con
asiduidad, recibíamos delegaciones vascas en Yereván, pero ¿para qué?
Sólo buenas intenciones, nadie hacía nada, sólo nosotros. Abrimos la
revista internacional armenio-vasca, Araxes, y se publicaron once
números con casi setenta artículos, fundamos en Yereván la Asociación
de Estudios Vasco Armenios, abrimos un centro que estuvo operativo
durante diez años y pusimos en marcha un programa de difusión de la
cultura vasca que culminó con la publicación en 1996 de Tradiciones
populares vascas con una tirada increíble de cinco mil ejemplares,
impreso en Armenia sin ninguna ayuda externa. También publicamos una
gramática, un diccionario mucho trabajo que abrió las puertas al
euskera a nuestros estudiantes. ¿Y cuál ha sido la respuesta vasca?
Ninguna.
-¿Se siente decepcionado con el trabajo de difusión del euskera que
realiza el Gobierno Vasco?
-En el caso vasco me decepciona sobre todo la falta de interés por
Armenia. Esta teoría exige un grado de implicación mucho mayor. Hace
tres años me planté porque pensaba que ya era hora de que los
vascólogos del País Vasco empezaran a trabajar en serio el tema
armenio y crearan condiciones para la difusión de nuestro idioma a
través de cursos en la Universidad del País Vasco, tal y como hacemos
con el mundo vasco en Yereván. A esta decepción personal hay que
sumar la decepción general en mi país con los vascos. Trabajé mucho
en defensa de la teoría y ahora los lingüistas de Armenia desconfían
porque no he recogido nada después de sembrar tanto. «¿Dónde están
los vascos?», me preguntan mis colegas de vez en cuando. Por último,
pese a ser académico de honor de Euskaltzaindia, parece que mi
técnica de trabajo no gusta demasiado a algunos vascólogos nativos.
Mientras que ellos miran al exterior para buscar el origen de las
palabras, yo propongo no salir del euskera. Es un método de
reconstrucción interna del lenguaje que ayuda a no perder el tesoro
castizo de la lengua vasca.
-¿Están de acuerdo los expertos vascos con sus planteamientos?
-Creo que algo deben reconocer para cuando me nombraron académico de
honor de su academia de la lengua. Pero mantengo discrepancias de
criterios con algunos en cuanto a la confección de una obra que yo
considero capital para cualquier pueblo, el diccionario etimológico.
No puedo entender que un pueblo que habla tanto de sus orígenes
únicos y se lamenta de tener una lengua en peligro no haya sido capaz
de culminar su propio diccionario. Hay siete tomos que llevan parados
desde 1997 y aún faltan tres por publicarse. Todos los vascólogos
esperamos que salgan algún día. En su día me comentaron la
posibilidad de terminar esta obra pero no formalizamos nada porque el
decano de la Facultad de Filología Vasca, Joseba Lakarra, asumió
personalmente la responsabilidad de acabarlo. Han pasado siete años y
no ha hecho absolutamente nada, cuando se trata de un trabajo
perfectamente realizable en tres. Me encantaría ser el autor, pero me
conformo con ser lector, sólo pido que se acabe de una vez esta obra
de importancia nacional para cualquier pueblo. A veces pienso que no
quieren que un armenio culmine esta obra que empezaron grandes
vascólogos como Agud, Michelena y Tovar.
-Conoce perfectamente la historia de los españoles y los vascos, da
clases sobre sus culturas e idiomas, ¿ve usted alguna solución al
conflicto entre ambos?
-Llevo tres años sin estar allí y han sido tres años importantes, con
muchos cambios sobre todo en España. El terrorismo también ha
cambiado de nombre, ahora el fundamentalismo preocupa más que ETA. El
PSOE ha vuelto al gobierno tras ocho años en la oposición... Todo
esto me impide hacer un análisis actual pero lo que siento es que ha
cambiado el contenido del conflicto. Me fijo en Armenia para explicar
lo que está ocurriendo en Euskadi. Aquí la opinión general es que
vivíamos mejor bajo el manto soviético, pero si lo dices en voz alta
te acusan de atentar contra la independencia nacional. Y estos mismos
que te acusan son los mismos que luego nos llenan la televisión
pública de películas en ruso o los mercados de productos del país
vecino. ¿Eso no es ir contra Armenia? Ahora podemos decir que somos
independientes, pero no tenemos libertad suficiente para comparar el
hoy con el ayer. En España ocurre lo mismo y si abres la boca ya te
colocan en un bando o en el otro. Los vascos tienen que resolver
primero su conflicto interno y luego será más sencillo el tema con
España, si logran la unidad interna en el país será más fácil llegar
más allá.
«El español gana terreno gratis en el mundo»
En las librería de Yereván se encuentra desde hace tres meses un
diccionario de Español-Armenio. Su tamaño y precio (30.000 drums, 60
dólares, una fortuna en este pequeño país en el que el sueldo medio
es de 130 dólares al mes) contrasta con los pequeños manuales de
conversación que existían hasta ahora en esta lengua. El Diccionario
Castellano-Armenio es un proyecto que Vahan Sarkisian comenzó en 1997
y ha culminado siete años después. Ahora prepara la edición inversa
que le gustaría publicar el próximo año.
- ¿Cómo se trabaja en la elaboración de un diccionario de estas
características a más de cuatro mil kilómetros de distancia de la
lengua sobre la que se trabaja?
-Actualicé el léxico armenio y lo uní con los diccionarios
castellanos más modernos, la última edición de la Real Academia,
Clave, Casares, Diccionario Básico de la Lengua de Planeta Un trabajo
cultural no puede contener elementos ideológicos como ocurría en la
etapa comunista. Ahora, por fin, los últimos datos de la lengua
española ya se encuentran también en armenio en este primer
diccionario del castellano a una lengua extranjera del siglo XXI.
-¿Cuánto tiempo le ha llevado?
-Casi mil páginas y cuarenta mil entradas, un gran avance si tenemos
en cuenta que, por ejemplo, el diccionario castellano-ruso más
completo que existe tiene quince mil menos. Empecé en 1997 pero al
enterarme de que la Real Academia preparaba un nuevo diccionario para
2001 paré, viajé a España y me lo compré para modernizar el trabajo
que ya tenía redactado. El volumen estaba ya listo el año pasado pero
por culpa de un error informático perdí veinte mil palabras y tuve
que reescribirlas. La confección del diccionario ha sido algo
personal, dedicado a mis alumnos, para lo que no he recibido apoyo
alguno, da mucho trabajo, pero poco dinero.
-¿Las autoridades españolas han respaldado este proyecto?
-No. Dejando el tema del diccionario a un lado, no estoy de acuerdo
con la política del Instituto Cervantes en mi país. No invierten una
peseta. Su labor consiste en cobrar la tasa de cuarenta euros que
cuesta el diploma de Español en la Universidad, el sueldo de algunos
padres de los chicos y chicas que tenemos aquí. Este año se han
matriculado trece jóvenes y hemos llegado a tener más de treinta en
cursos anteriores. Creo que España tenía que mimarlos un poco. En
Armenia los hispanistas estamos solos y con trabajos como el mío el
español gana terreno gratis en el mundo
DATOS PERSONALES
Vahan Sarkisian nació en Yereván en 1954. Entonces la República
estaba integrada en la URSS y Stalin era la cabeza visible del
régimen.
Entre 1973 y1978 cursó estudios de Filología Románica en la
Universidad Estatal de Yereván. Su tesis doctoral versó sobre los
contactos lingüísticos vasco-armenios.
Trabajó tres años en Cuba como intérprete y consejero de la URSS y
seis como director de una editorial juvenil. En 1993 empezó su
colaboración con la Universidad y en la actualidad es el director de
la Cátedra de Filología Románica de la Universidad Estatal de
Armenia.
Asignaturas que imparte: Introducción a la Filología Románica,
Historia de la Civilización Española, Historia de la Lengua Española,
Historia de la Literatura Española, Fonética teórica y Curso de
Civilización Vasca.
Es académico de honor de Euskaltzaindia (Academia Vasca de la Lengua)
desde 2002. También forma parte de la Asociación Internacional de
Hispanistas.
Idiomas: Domina el armenio, ruso, castellano, francés e italiano,
habla en inglés y entiende el euskera aunque no lo habla.
Traducciones: Ha traducido del castellano al armenio: El Buscón,
Lazarillo de Tormes, Tradiciones populares vascas o El rostro oculto
de la muerte. Y del euskera al armenio: Linguae Vasconum Primitiae ,
Peru Abarka y una antología sobre poetas navarros actuales. También
cuenta con una Euskal gramatika laburra y una antología sobre poemas,
Euskal esan zaharrak.
Diccionarios: Ha publicado un diccionario Castellano-Armenio (2004) y
otro Euskera-Armenio (2001).
COINCIDENCIAS
Estos son algunos de los ejemplos de las cien coincidencias
sobresalientes que el profesor Sarkisian ha encontrado entre el
euskera y el armenio:
haize viento ais
han allí hon
handiari grandeza andranik
andena grupo andeai
hara he allí ara
arasta sentencia arrats
ardi oveja arti
argi luz aregi
artza oso arch
astun pesado hast
baimen permiso paiman
bakarrik solamente batzarrik
berta cerca merdz
bits espuma bits
buru cabeza pur
elki salida elkh
erkin dolores de parto erken
gari trigo gari
gitxi poco khichi
haritx roble harrich
haztatu probar hastat
horma pared orm
murtzi puño murtz
ordo llano ord
otz frío oits
putz soplo phuch
http://www.diariovasco.com/pg041121/prensa/noticias/Cultura/200411/21/DVA-CUL-243.html
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