Opinion - Armenios: un genocidio no reconocido;
La Nacion (Argentina)
Nov 22, 2004
Desde fines de 1890, una larga serie de asesinatos politicos cometidos
en territorio entonces otomano derivo en lo que, entre 1915 y 1923,
se convirtio en una verdadera ola de matanzas colectivas, a las
que hoy algunos se refieren -genericamente- como el "genocidio de
los armenios", en el que se estima que habrian perecido mas de un
millon y medio de personas. El inicio de este tragico episodio se
suele ubicar en los asesinatos de decenas de armenios prominentes
que ocurrieran en Constantinopla, el 24 de abril de 1915.
Esta es una cuestion de la que curiosamente, salvo los armenios,
pocos parecen querer hablar. Para referirse a ella se suele entonces
recurrir a toda suerte de eufemismos hipocritas. Entre ellos, "la
masacre de los turcos" o "la tragedia de los armenios". Cuando se
trata, historicamente, de un verdadero genocidio.
No obstante, nadie ha reconocido hasta ahora -oficialmente- este
genocidio. Ni los Estados Unidos, siquiera. Quien fue el candidato
democrata en las recientes elecciones norteamericanas, el senador John
Kerry, habia prometido que -de imponerse- reconoceria expresamente
el genocidio armenio, sin ambiguedades y de manera explicita. Cabe
apuntar, asimismo, que algo similar habia hecho, cuatro anos atras,
el actual presidente, George W. Bush. Pero, en la realidad, nada
ocurrio. El reciente triunfo republicano parece augurar que esta
cuestion quedara, como hasta ahora, relegada eventualmente al plano
de la academia, con algunas pocas discusiones en un reducido ambito
en el mundo de la politica.
La sensacion es que siempre hay intereses economicos o militares que
evitan analizar, en profundidad, lo que efectivamente sucedio y definir
serenamente -ahora que el tiempo ha disminuido significativamente la
intensidad de las pasiones- la naturaleza del crimen perpetrado. Entre
esas razones siempre invocadas esta, claramente, la importancia
estrategica de Turquia en el conflicto de Medio Oriente y su ponderable
conducta de las ultimas decadas.
El resultado es que se sigue silenciando una tragedia, de espaldas a
la humanidad y al pueblo que la sufrio, como si no importara. Esto es
cerrar las puertas a desentranar la verdad. En un mundo que quiere
ser cada vez mas abierto y transparente, esta actitud no pareceria
ser demasiado coherente. Especialmente para aquellos paises como el
nuestro, Israel y los Estados Unidos, que por una razon u otra han
tenido cercania con episodios de naturaleza similar.
La Nacion (Argentina)
Nov 22, 2004
Desde fines de 1890, una larga serie de asesinatos politicos cometidos
en territorio entonces otomano derivo en lo que, entre 1915 y 1923,
se convirtio en una verdadera ola de matanzas colectivas, a las
que hoy algunos se refieren -genericamente- como el "genocidio de
los armenios", en el que se estima que habrian perecido mas de un
millon y medio de personas. El inicio de este tragico episodio se
suele ubicar en los asesinatos de decenas de armenios prominentes
que ocurrieran en Constantinopla, el 24 de abril de 1915.
Esta es una cuestion de la que curiosamente, salvo los armenios,
pocos parecen querer hablar. Para referirse a ella se suele entonces
recurrir a toda suerte de eufemismos hipocritas. Entre ellos, "la
masacre de los turcos" o "la tragedia de los armenios". Cuando se
trata, historicamente, de un verdadero genocidio.
No obstante, nadie ha reconocido hasta ahora -oficialmente- este
genocidio. Ni los Estados Unidos, siquiera. Quien fue el candidato
democrata en las recientes elecciones norteamericanas, el senador John
Kerry, habia prometido que -de imponerse- reconoceria expresamente
el genocidio armenio, sin ambiguedades y de manera explicita. Cabe
apuntar, asimismo, que algo similar habia hecho, cuatro anos atras,
el actual presidente, George W. Bush. Pero, en la realidad, nada
ocurrio. El reciente triunfo republicano parece augurar que esta
cuestion quedara, como hasta ahora, relegada eventualmente al plano
de la academia, con algunas pocas discusiones en un reducido ambito
en el mundo de la politica.
La sensacion es que siempre hay intereses economicos o militares que
evitan analizar, en profundidad, lo que efectivamente sucedio y definir
serenamente -ahora que el tiempo ha disminuido significativamente la
intensidad de las pasiones- la naturaleza del crimen perpetrado. Entre
esas razones siempre invocadas esta, claramente, la importancia
estrategica de Turquia en el conflicto de Medio Oriente y su ponderable
conducta de las ultimas decadas.
El resultado es que se sigue silenciando una tragedia, de espaldas a
la humanidad y al pueblo que la sufrio, como si no importara. Esto es
cerrar las puertas a desentranar la verdad. En un mundo que quiere
ser cada vez mas abierto y transparente, esta actitud no pareceria
ser demasiado coherente. Especialmente para aquellos paises como el
nuestro, Israel y los Estados Unidos, que por una razon u otra han
tenido cercania con episodios de naturaleza similar.