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Se cumplen 90 anos

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  • Se cumplen 90 anos

    El Pais, Montevideo - Uruguay
    Miércoles 13 de abril de 2005

    EDITORIAL
    Se cumplen 90 años



    DENTRO de unos días se cumplirán nueve décadas del genocidio de los
    armenios, una masacre planeada, ordenada y cometida por las fuerzas
    del Imperio Otomano, que comenzó el 24 de abril de 1915 mientras en
    Europa se libraba el segundo año de operaciones de la primera guerra
    mundial. Ese conflicto bélico de gran alcance - en el que los otomanos
    figuraban como aliados de los imperios centrales, Alemania y Austria -
    puede haber funcionado como deliberada cortina de humo aprovechada
    por los turcos para que la masacre de armenios pasara inadvertida,
    pero de todas maneras luego del horrible episodio, que se prolongó
    largamente a través de la ruta de huida de los armenios desde las
    montañas de Anatolia hacia el Mediterráneo, las autoridades otomanas
    sólo reconocerían unos pocos miles de muertos, cuando la contabilidad
    más creíble sobre esa carnicería hace subir el total de víctimas a
    1:500.000 personas.

    SEGUN se ha dicho, el genocidio armenio fue "el primer plan de
    exterminio sistemático de un grupo humano en el siglo XX" dato que
    podría retocarse si se incluye en esa categoría la matanza colosal de
    los pobladores del Congo por parte del rey Leopoldo II de Bélgica,
    que cubrió desde fines del siglo XIX hasta 1905, por lo menos, y
    liquidó a millones de personas bajo el empuje de un insaciable
    espíritu de lucro y tomó finalmente una notoriedad internacional que
    obligó al monarca belga a detener el método y pasar el Congo - que
    hasta entonces era una suerte de feudo personal - a la administración
    colonial de su país. Desoladoramente, el caso del Congo y luego el
    espanto de la masacre de los armenios no cerrarían el capítulo
    genocida en la historia reciente, porque serían continuados por la
    mortandad provocada en la Unión Soviética con la colectivización
    forzada del agro y el desplazamiento masivo de comunidades bajo
    Stalin, luego de lo cual vendría el holocausto de millones de judíos
    europeos durante el gobierno nazi, así como la muerte de decenas de
    millones de chinos bajo el Gran Salto Adelante (y después la
    Revolución Cultural) ordenados por Mao.

    No todo terminó allí, en materia de genocidio, ya que después vendría
    el exterminio de camboyanos en la década del 70 bajo el régimen de
    los Khmer Rouges (que ultimó a la mitad de la población de ese país
    indochino) y finalmente la masacre de la comunidad tutsi por orden de
    sus rivales hutu en Ruanda durante los años 90, donde murieron
    800.000 personas en unos pocos meses. Tanto espanto no debe
    condicionar la memoria, empero, de manera que al cumplirse noventa
    años de la persecución de los armenios el hecho debe recuperar todo
    el horror que le corresponde, como si hubiera ocurrido ayer. En la
    perspectiva del cruento siglo que pasó, es uno de los picos de muerte
    que ningún inventario de las crueldades humanas debe saltear.

    UNA de las lecciones duraderas que pueden dejar al hombre de hoy esos
    episodios de ayer, es el de un convencimiento colectivo: el de que no
    deben repetirse jamás.

    Mientras sigue en ejercicio la Corte Penal Internacional instalada en
    La Haya desde julio de 2002, y funcionan asimismo dos tribunales
    penales especiales para la guerra de la ex Yugoslavia y la mencionada
    matanza de Ruanda, puede razonarse que esas instancias judiciales
    marcan una ventaja con respecto al mundo del pasado reciente: hoy ya
    no es posible que alguien cometa crímenes de guerra o crímenes contra
    la humanidad y pretenda quedar impune, porque esas cortes penales
    sabrán echarle el guante, como ocurrió con Milosevic, sin ir más
    lejos. Es notoria la zozobra con que se mueve hoy Henry Kissinger
    luego de ser requerido por la Justicia francesa para hacer frente a
    alguna de las múltiples acusaciones que pesan sobre él por las cosas
    que permitió hacer a otros (en Chile, en Timor o en Vietnam, por
    ejemplo) mientras se desempeñaba como secretario de Estado.

    YA no será posible que esas cortes juzguen a los culpables de otros
    hechos más remotos: la muerte natural o el suicidio los ha salvado de
    enfrentar a un tribunal. El genocidio de los armenios ha quedado muy
    atrás, pero lo que sigue vivo es el recuerdo del horror, junto a la
    necesidad de no perder el recuerdo de ciertas manchas que han
    oscurecido la historia contemporánea.

    Reivindicación

    En tiempos de reivindicaciones históricas, es importante recordar un
    hecho que marcó el futuro de este país. El 11 de abril de 1831 el
    gobierno de la flamante república del Plata decidió utilizar a su
    ejército para hallar una solución definitiva y terminante al tema
    "charrúa". No fue una batalla frontal ni un enfrentamiento honorable
    entre guerreros y soldados, sino una emboscada, una masacre o matanza
    - como se desee llamar - , pergeñada recurriendo al engaño y a un cierto
    nivel de confianza que aún existía entre líderes de ambos bandos, que
    habían peleado juntos contra los invasores extranjeros de este
    territorio.

    La masacre de Salsipuedes significó un punto de inflexión en nuestra
    historia, porque terminó con lo que quedaba de una unidad cultural y
    étnica de los pobladores originales de estas tierras.

    Nuestros aborígenes nómades, que vivían en la edad de piedra y que
    nunca aceptaron asimilarse a esa nueva sociedad, poseían un estilo de
    vida antagónico con el de la sociedad criolla. Como nunca se les
    reconoció derecho alguno sobre su suelo, el paso del tiempo no hizo
    más que agravar el conflicto de intereses existente entre ellos. Han
    transcurrido 174 años desde aquel luctuoso día.

    Lo que sigue pendiente en el seno de la sociedad uruguaya es la
    reivindicación de ese colectivo, especialmente en lo que tiene que
    ver con su consideración y presencia en la historia oficial de este
    país.
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