KURDOS EN ARMENIA
J. O.
El Pais, Espaņa
9 septiembre 2005
El cine de las antiguas republicas sovieticas ahora independientes se
abre paso poco a poco en los festivales internacionales mostrando
mundos tan apasionantes como desconocidos para la mayoria de
los mortales. Unas peliculas que, por desgracia, raramente llegan
despues a las salas comerciales espanolas. Por eso resulta doblemente
gratificante el estreno de la, por otra parte, notable Vodka lemon,
coproduccion entre Armenia y varios paises europeos, ganadora del
premio a la mejor pelicula de la seccion Contracorriente de la Mostra
de Venecia del ano 2003.
Su director, Hiner Saleem, kurdo nacido en Irak, sabe lo mucho que ha
sufrido su pueblo sin estado y lo mucho que han sufrido los armenios,
habitualmente masacrados por la Historia, incluyendo el genocidio a
manos de los turcos durante la I Guerra Mundial.
Sin embargo, su pelicula mantiene un tono optimista dentro de la
pobreza que esta retratando: la de un viudo cuyos unicos bienes son
un viejo armario, un uniforme militar y una pirrica pension, y la
de una viuda que malvive como dependienta de una absurda tienda de
vodka situada en medio de la nada.
Dotada de un humor aplastante de puro ingenuo, con una sutileza
cercana al cine mudo de Buster Keaton, Vodka lemon relata de forma
pausada y minimalista la existencia de este par de desamparados que,
no en vano, se mueven por el mundo con semejante y cadencioso ritmo.
Saleem despliega una preciosa puesta en escena en la que siempre
retrata desde el mejor encuadre, el mas adecuado para mostrar la
determinada situacion que esta contando. Asi, casi siempre huye de
los primeros planos en beneficio del (muy bello) plano general y
unicamente utiliza aquel cuando va a aportar algo mas que una frase
intrascendente.
Nieve etica
Ademas, el director aprovecha los inhospitos paisajes nevados no solo
de una forma estetica sino tambien etica, ya que estos siempre sirven
para mostrar la verdadera situacion social de sus criaturas.
El pueblo armenio se debate entre la mera supervivencia de las
generaciones mas adultas y la habitual inmigracion de los jovenes:
a Moscu, a Paris, adonde sea. "No echas de menos cuando los rusos
estaban aqui?", pregunta el protagonista de la historia a otro perro
viejo como el. "No, entonces no teniamos libertad", responde con
rapidez y contundencia su companero de fatigas.
Tierra apegada a las tradiciones, segun se desprende de lo que Saleem
pretende contar, Armenia deambula por su reciente independencia con
el recuerdo de lo que fue, a un tiempo, el abrigo y el yugo de la
antigua Union Sovietica. Los mayores no se ponen de acuerdo y los
jovenes inician un camino hacia, quiza, ninguna parte huyendo de una
situacion que les mantiene atados a unas costumbres que ya ni siquiera
ven como suyas.
Pelicula poblada por las miradas complices y los silencios repletos de
calor en medio de una gelida realidad, mas que por vacias declaraciones
y farragosas explicaciones, Vodka lemon representa de una forma tan
simpatica como dramatica lo que es hoy un pais de vocacion sufridora
abandonado a su propia suerte, habitado minoritariamente por otro
pueblo, el kurdo, que, como afirma el propio director, nacio adulto
porque a sus gentes les robaron la ninez.
--Boundary_(ID_bLjYh12HvMY1RTyWxsn5HA)--
J. O.
El Pais, Espaņa
9 septiembre 2005
El cine de las antiguas republicas sovieticas ahora independientes se
abre paso poco a poco en los festivales internacionales mostrando
mundos tan apasionantes como desconocidos para la mayoria de
los mortales. Unas peliculas que, por desgracia, raramente llegan
despues a las salas comerciales espanolas. Por eso resulta doblemente
gratificante el estreno de la, por otra parte, notable Vodka lemon,
coproduccion entre Armenia y varios paises europeos, ganadora del
premio a la mejor pelicula de la seccion Contracorriente de la Mostra
de Venecia del ano 2003.
Su director, Hiner Saleem, kurdo nacido en Irak, sabe lo mucho que ha
sufrido su pueblo sin estado y lo mucho que han sufrido los armenios,
habitualmente masacrados por la Historia, incluyendo el genocidio a
manos de los turcos durante la I Guerra Mundial.
Sin embargo, su pelicula mantiene un tono optimista dentro de la
pobreza que esta retratando: la de un viudo cuyos unicos bienes son
un viejo armario, un uniforme militar y una pirrica pension, y la
de una viuda que malvive como dependienta de una absurda tienda de
vodka situada en medio de la nada.
Dotada de un humor aplastante de puro ingenuo, con una sutileza
cercana al cine mudo de Buster Keaton, Vodka lemon relata de forma
pausada y minimalista la existencia de este par de desamparados que,
no en vano, se mueven por el mundo con semejante y cadencioso ritmo.
Saleem despliega una preciosa puesta en escena en la que siempre
retrata desde el mejor encuadre, el mas adecuado para mostrar la
determinada situacion que esta contando. Asi, casi siempre huye de
los primeros planos en beneficio del (muy bello) plano general y
unicamente utiliza aquel cuando va a aportar algo mas que una frase
intrascendente.
Nieve etica
Ademas, el director aprovecha los inhospitos paisajes nevados no solo
de una forma estetica sino tambien etica, ya que estos siempre sirven
para mostrar la verdadera situacion social de sus criaturas.
El pueblo armenio se debate entre la mera supervivencia de las
generaciones mas adultas y la habitual inmigracion de los jovenes:
a Moscu, a Paris, adonde sea. "No echas de menos cuando los rusos
estaban aqui?", pregunta el protagonista de la historia a otro perro
viejo como el. "No, entonces no teniamos libertad", responde con
rapidez y contundencia su companero de fatigas.
Tierra apegada a las tradiciones, segun se desprende de lo que Saleem
pretende contar, Armenia deambula por su reciente independencia con
el recuerdo de lo que fue, a un tiempo, el abrigo y el yugo de la
antigua Union Sovietica. Los mayores no se ponen de acuerdo y los
jovenes inician un camino hacia, quiza, ninguna parte huyendo de una
situacion que les mantiene atados a unas costumbres que ya ni siquiera
ven como suyas.
Pelicula poblada por las miradas complices y los silencios repletos de
calor en medio de una gelida realidad, mas que por vacias declaraciones
y farragosas explicaciones, Vodka lemon representa de una forma tan
simpatica como dramatica lo que es hoy un pais de vocacion sufridora
abandonado a su propia suerte, habitado minoritariamente por otro
pueblo, el kurdo, que, como afirma el propio director, nacio adulto
porque a sus gentes les robaron la ninez.
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