Announcement

Collapse
No announcement yet.

Bajar El Retrato De Talaat Pasha Como Si Fuera El De Videla

Collapse
X
 
  • Filter
  • Time
  • Show
Clear All
new posts

  • Bajar El Retrato De Talaat Pasha Como Si Fuera El De Videla

    BAJAR EL RETRATO DE TALAAT PASHA COMO SI FUERA EL DE VIDELA

    Clarín.com, Argentina
    Jueves 18 de abril de 2013

    A traves de la vida y la muerte de Hrant Dink, el periodista armenio
    asesinado en Estambul seis años atras por denunciar el genocidio
    de su comunidad, una obra de teatro evoca ese y otros crímenes de
    lesa humanidad ocurridos en distintos países del mundo. "El punto de
    partida es la indignacion", dice Daniel Ritto, creador de la pieza
    con el asesoramiento del historiador Osvaldo Bayer.

    POR Ivanna Soto

    "En la cabeza, donde se piensa: pa, pa, pa, pa. En el cuello, donde
    fluye la sangre: pa, pa, pa, pa. En el corazon armenio: pa, pa, pa,
    pa". Y de pronto, la esperanza muerta por los balazos se hace tangible
    en el himno que canta Daniel Ritto en Hrant Dink, el alegato de la
    paloma. Una cronica del pasado, con testimonios de uno de los hombres
    mas importantes e influyentes de Armenia, que se define a sí mismo
    con la amargura de la certeza de lo que vendra.

    Hrant Dink no lo sabe con seguridad, pero las amenazas constantes
    confirman que en algún momento sucedera. Por eso no se sorprende cuando
    a las 16.30 del 19 de enero de 2007 aparece Ogun Samast, un joven de 17
    años con un arma y le pega cuatro tiros en la puerta de las oficinas
    de Agos -el semanario bilingue turco-armenio que había fundado en
    1996 para denunciar el genocidio del Estado turco. No quiso salvarse,
    sino se hubiera ido, dejando atras su lucha. El motivo es claro:
    "Me asesinaron por ser armenio y por ser periodista, por denunciar
    obsesivamente el genocidio y luchar en busca de la verdad", dice
    Ritto en la obra como si fuera Dink, a seis años de su muerte.

    En 1954, en Malatya, nacía este periodista turco de origen armenio.

    Era el mayor de tres hermanos que, por las constantes peleas de sus
    padres, abandonaron la casa, para luego ser devueltos de las manos de
    un policía. A los 7 llego a Estambul con su familia y a los 9, tras el
    divorcio de sus padres, fue enviado a un colegio pupilo armenio, donde
    aprendio el idioma que luego usaría para denunciar tantas injusticias.

    Se caso con Rakel, su esposa de toda la vida, con la que tuvo tres
    hijos. Y mas tarde estudio zoología y luego filosofía en la Universidad
    de Estambul, para luego dedicarse de lleno al periodismo.

    Solo en escena, las palabras de Ritto traen la habitacion donde Dink
    escribía y pensaba, con una ventana de dos hojas por donde miraba
    Estambul. La miraba para transformarla, para sacar de una vez por
    todas del centro de la ciudad el retrato de Talaat Pasha, uno de los
    mayores genocidas que asesino a un millon y medio de armenios durante
    la Primera Guerra Mundial. Cerca de allí, un colegio aún lleva su
    nombre. Como un retrato de Videla en pleno centro porteño, o uno de
    Pinochet en Santiago, o uno de Hitler en Berlín, todavía se engrandece
    su gesto orgulloso en una sonrisa escondida tras el mullido bigote.

    "Todos somos armenios, todos somos Hrant Dink", grita Ritto en la
    obra. Y el público repite, imitando a los miles de manifestantes
    -partidos políticos, asociaciones turcas, miembros de la comunidad
    Armenia y kurda- que rindieron homenaje al periodista en Estambul
    luego de su muerte en un acto público de oposicion al regimen. Esas
    cuatro balas que atravesaron el pecho de Dink, asegura Ritto, son
    las mismas que vienen perpetrando la impunidad desde 1915, cuando
    el Imperio Otomano deporto y extermino a cerca de dos millones de
    armenios y se apropio de sus tierras.

    "Mi único arma es la sinceridad", decía Dink, defensor de la
    libertad de expresion en Turquía, que tambien escribía en el diario
    progresista Bir Gun y recibio en Hamburgo el premio Henri-Nannen
    para la libertad de prensa. Sus críticas, no solo a las atrocidades
    del pasado, sino tambien a la ausencia de democracia en su país, le
    costaron su enemistad con los círculos mas nacionalistas. Por eso,
    fue perseguido judicialmente varias veces por violar el artículo 301
    del Codigo Penal turco -por el que tambien fue procesado el Nobel de
    Literatura Orhan Pamuk- por "agraviar la identidad nacional". Tras
    el asesinato de Dink y las amenazas de muerte que recibio, Pamuk
    abandono nuevamente su patria. "El asesinato de mi valiente amigo
    ha agriado mi corazon", dijo. "Estoy furioso con todos y con todo,
    y siento una eterna verguenza".

    "El punto de partida siempre es la indignacion", afirma Ritto, que
    aprendio la profesion arriba del escenario. El actor under porteño
    empezo su carrera en Juvenilia, un teatro independiente de Lomas
    de Zamora. "La última movida under importante a nivel público fue
    en los 80", dice el actor, cineasta y director que frecuentaba el
    Parakultural, Mediomundo Variete, Cemento, el Centro Cultural Rojas,
    Cafe Einstein o Babilonia. Lejos ya de esa estetica, trata de hacerla
    sobrevivir a su manera desde los personajes que viene interpretando en
    sus unipersonales: Charles Bukowski, Enrique Angelelli, Mario Roberto
    Santucho, Rodolfo Walsh, y ahora Hrant Dink. "El teatro basicamente es
    poesía. Se parte de la idea de la vida para irrumpir en una poetica
    que finalmente muestre la vida, que es lo que me interesa: mostrar
    la vida", asegura.

    Luego del asesinato, el por entonces primer ministro turco Recep
    Tayyip Erdogan condeno el hecho y prometio que se haría justicia. De
    todos modos, los informes de Amnistía Internacional dan cuenta de
    una inactividad por parte de los tribunales. Sumado a que, en 2008,
    la Comision Parlamentaria de Derechos Humanos turca manifesto que
    hubo negligencia y falta de coordinacion por parte de los servicios
    de seguridad, ya que, pese a haber sido previamente informados del
    asesinato, no lo impidieron.

    En el mundo hay tres países que reconocieron abiertamente el genocidio
    armenio: Argentina, Uruguay y Francia. "Queremos realmente hacer
    conocer la historia de Hrant Dink y el genocidio armenio. Con obras
    así vamos haciendo conocer las tragedias del mundo, del ser humano.

    Esto ayuda a formar el clima respecto de ese negacionismo turco",
    asegura Osvaldo Bayer, que es parte del trabajo intelectual de los
    unipersonales de Ritto desde Santucho por Santucho, hace quince años.

    "¿Cuantas películas se han hecho sobre Hitler?, ¿y cuantas sobre
    libertarios, sobre tipos como Hrant Dink?", se pregunta Ritto. "Lo
    otro es arte digerible, por eso hay tanto". Para el, el teatro debe
    tener una impronta social. "Cuando yo empece a estudiar había una
    fantasía de querer cambiar el mundo haciendo teatro. Es complicado,
    pero al menos es un aporte para que el ser humano pueda reflexionar".

    Escrita con el asesoramiento historico de Eduardo Kozanlian, que se
    acerco a Ritto y Bayer en representacion de un grupo de jovenes de la
    comunidad armenia, Hrant Dink, el alegato de la paloma, es un aporte
    mas para la difusion, a traves del arte, de un caso mas de injusticia
    contra los tantas veces citados derechos humanos.

    http://www.revistaenie.clarin.com/escenarios/teatro/Hrant-Dink-Daniel-Ritto-Osvaldo-Bayer_0_902909948.html

Working...
X