Religión en Libertad
19 septiembre 2013
«Ninguno de los muchos grupos rebeldes nos tranquiliza», dicen los
obispos sirios
`No solo los fundamentalistas islámicos.... Ninguno de los muchos
grupos que componen las milicias rebeldes, han dado la mínima señal
capaz de tranquilizar a los cristianos. Por eso, ahora, si se da un
período de tregua, los cristianos sólo pensarán en escapar'.
Con estas palabras, el arzobispo armenio católico de Aleppo, Boutros
Marayati, describió a la agencia Fides los miedos y sentimientos
predominantes entre los cristianos de la metrópolis del norte de
Siria, aislada desde hace meses bajo el asedio de las milicias
rebeldes.
Maalula, lugar simbólico
Según monseñor Marayati el ataque contra el pueblo de Maalula `también
tiene un aspecto simbólico. Hay que preguntarse por qué no lo hicieron
antes . La posibilidad de un ataque militar liderado por los Estados
Unidos -advirtió monseñor Marayati- había alimentado en todos otros
motivos de temor. Hay que pensar a lo que podría suceder si un misil
cayese en un depósito de armas químicas. Ahora esa hipótesis parece
haber sido suspendida, pero todo sigue apareciendo muy oscuro: la
guerra destruyó Siria, no sólo en piedras y edificios, sino también en
los corazones. Ya no hay esperanza de volver a vivir en paz, como se
hacía antes'.
Las iglesias de Aleppo se unieron a la invitación de oración por la
paz del papa Francisco, anticipando las vigilias de oración al día 6
de septiembre. Después, quienes pudieron siguieron en la televisión la
vigilia del 7 de septiembre en la Plaza de San Pedro y muchos
escucharon las palabras fuertes del Ángelus pronunciadas por el obispo
de Roma sobre las `guerras comerciales' instigadas por el mercado de
armas.
El Papa habló, los poderosos no escuchan
`El Papa habló alto y claro, dijo lo que tenía que decir -comentó
monseñor Marayati-, pero los que tienen en sus manos el destino de la
guerra prefieren no escuchar. La sensación -confesó el arzobispo
armenio-, es que todos estamos atrapados en un juego más grande que
nosotros. Caminamos en la oscuridad. No podemos imaginar cómo
terminará todo esto. Y seguimos orando'.
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=31211
From: A. Papazian
19 septiembre 2013
«Ninguno de los muchos grupos rebeldes nos tranquiliza», dicen los
obispos sirios
`No solo los fundamentalistas islámicos.... Ninguno de los muchos
grupos que componen las milicias rebeldes, han dado la mínima señal
capaz de tranquilizar a los cristianos. Por eso, ahora, si se da un
período de tregua, los cristianos sólo pensarán en escapar'.
Con estas palabras, el arzobispo armenio católico de Aleppo, Boutros
Marayati, describió a la agencia Fides los miedos y sentimientos
predominantes entre los cristianos de la metrópolis del norte de
Siria, aislada desde hace meses bajo el asedio de las milicias
rebeldes.
Maalula, lugar simbólico
Según monseñor Marayati el ataque contra el pueblo de Maalula `también
tiene un aspecto simbólico. Hay que preguntarse por qué no lo hicieron
antes . La posibilidad de un ataque militar liderado por los Estados
Unidos -advirtió monseñor Marayati- había alimentado en todos otros
motivos de temor. Hay que pensar a lo que podría suceder si un misil
cayese en un depósito de armas químicas. Ahora esa hipótesis parece
haber sido suspendida, pero todo sigue apareciendo muy oscuro: la
guerra destruyó Siria, no sólo en piedras y edificios, sino también en
los corazones. Ya no hay esperanza de volver a vivir en paz, como se
hacía antes'.
Las iglesias de Aleppo se unieron a la invitación de oración por la
paz del papa Francisco, anticipando las vigilias de oración al día 6
de septiembre. Después, quienes pudieron siguieron en la televisión la
vigilia del 7 de septiembre en la Plaza de San Pedro y muchos
escucharon las palabras fuertes del Ángelus pronunciadas por el obispo
de Roma sobre las `guerras comerciales' instigadas por el mercado de
armas.
El Papa habló, los poderosos no escuchan
`El Papa habló alto y claro, dijo lo que tenía que decir -comentó
monseñor Marayati-, pero los que tienen en sus manos el destino de la
guerra prefieren no escuchar. La sensación -confesó el arzobispo
armenio-, es que todos estamos atrapados en un juego más grande que
nosotros. Caminamos en la oscuridad. No podemos imaginar cómo
terminará todo esto. Y seguimos orando'.
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=31211
From: A. Papazian