El Imparcial, España
26 abril 2014
Turquía y el holocausto armenio
26-04-2014
William Chislett
Armenia es un tema vivo en mi casa porque mi mujer es una cuarta parte
armenia (por el lado de su abuela cuya familia emigró desde Tokat, en
Turquía, a Egipto a finales del siglo X1X cuando empezó la matanza de
armenios durante el Imperio Otomano). Así que esta semana nos ha
interesado el mensaje de Recep Tayyip Erdogan, el primer ministro
turco, en vísperas del 99º aniversario del comienzo del genocidio
(término rechazado por Turquía y reconocido por 21 países incluyendo
Francia y Alemania).
El entonces senador Barack Obama, durante su campaña presidencial en
2008, reconoció los acontecimientos de 1915 como un "genocidio" (hasta
1,5 millones personas murieron según Armenia), pero una vez elegido
presidente dejó de usar la palabra para no molestar al Gobierno turco,
y en 2013 adoptó la expresión"Medz Yeghern" (gran calamidad en
armenio).
Para alguien que se ha ganado una reputación por ser muy intolerante
con las críticas (basta hablar con casi cualquier periodista turco) y
ha adquirido creciente fama por su estilo autoritario, el mensaje de
Erdogan sorprende por su tono suave y conciliador. Ha ido más allá que
cualquier otro líder turco en hacer las paces con Armenia, ofreciendo
"condolencias a los descendientes", pero no llegó a pedir disculpas,
algo que exige la comunidad armenia dispersa por todo el mundo.
"Es indiscutible que los últimos años del Imperio Otomano fueron un
periodo difícil, lleno de sufrimientos para millones de turcos,
kurdos, árabes, armenios y demás ciudadanos otomanos,
independientemente de su religión u origen étnico," dijo Erdogan. "Una
posición concienzuda, justa y humana requiere un entendimiento de
todos los sufrimientos padecidos en ese periodo, sin discriminar
respecto a religión o etnicidad. Naturalmente, ni establecer
jerarquías de dolor ni comparar y contrastar sufrimientos conlleva
significado alguno para los que han padecido ellos mismos este dolor.
Como dice un proverbio turco, 'el fuego quema el sitio donde cae' ".
Ankara mantiene que entre 300.000 y 500.000 armenios, y al menos otros
tantos turcos, murieron en el conflicto, agravado cuando los armenios
tomaron las armas en el este de Anatolia para apoyar a las tropas
rusas invasoras durante la Primera Guerra Mundial. Turquía es un
estado musulmán y Armenia cristiano.
Hasta hace pocos años era un delito usar en público la palabra
"genocidio" en referencia a Armenia. Orhan Pamuk, ganador del Premio
Nobel deLiteratura en 2006, fue llevado a juicio en 2004 por "insultar
y debilitar la identidad turca" (bajo el tristemente célebre artículo
301 del Código Penal que ha sido reformado pero no suficientemente) en
una entrevista a un periódico suizo en la que pronunció la siguiente
frase: "En Turquía mataron a un millón de armenios y a 30.000 kurdos.
Nadie habla de ello y a mí me odian por hacerlo."
Según Erdogan, "En Turquía, la libre expresión de opiniones y
pensamientos diferentes acerca de los acontecimientos de 1915 es un
requerimiento de la pluralidad de los puntos de vista, de la cultura
democrática y de la modernidad." Buenas palabras pero no acompañadas
de hechos, como saben sobradamente los periodistas turcos,
acostumbrados a la autocensura si no quieren correr el riesgo de
perder su trabajo.
"Algunos pueden percibir este clima de libertad en Turquía como una
oportunidad para expresar afirmaciones y alegaciones acusatorias,
ofensivas e incluso provocadoras. Aun así, si esto permite entender
mejor los hechos históricos con sus aspectos legales y transformar
otra vez el resentimiento en amistad, es natural que se acepten con
empatía y tolerancia opiniones divergentes y que se espere una actitud
similar de todas las partes".
¡Bienvenida la tolerancia y divergencia de opiniones, y que no se
aplique solamente a la cuestión armenia!
En 2010 realizamos un sueño de irnos a Armenia, siendo mi mujer el
primer miembro de su familia en visitar el país desde hace muchas
generaciones. Una visita al monumento al genocidio y al museo anexo es
obligatoria para los armenios, sean armenios puros o no. Dado que no
me considero en lo más mínimo un experto sobre el tema del
genocidio,siempre he sido muy cuidadoso en este asunto. Después de ver
la documentación en el museo y los fotos de muertos y de niños y
mujeres hambrientos, me inclino más en usar la palabra genocidio en
vez de masacre o matanza.
Como era de esperar, la comunidad armenia ha rechazado la declaración
de Erdogan por ser insuficiente. Hay sospechas que detrás de su
mensaje hay un intento de mejorar su deteriorada imagen internacional
y acaparar los titulares de los medios (logrado) antes de presentarse
a las elecciones presidenciales en agosto, más que por resolver el
problema con Armenia, cuya frontera con Turquía (por otros motivos)
fue cerrada por Ankara en 1993.
http://www.elimparcial.es/turquia-y-el-holocausto-armenio-136888.html
26 abril 2014
Turquía y el holocausto armenio
26-04-2014
William Chislett
Armenia es un tema vivo en mi casa porque mi mujer es una cuarta parte
armenia (por el lado de su abuela cuya familia emigró desde Tokat, en
Turquía, a Egipto a finales del siglo X1X cuando empezó la matanza de
armenios durante el Imperio Otomano). Así que esta semana nos ha
interesado el mensaje de Recep Tayyip Erdogan, el primer ministro
turco, en vísperas del 99º aniversario del comienzo del genocidio
(término rechazado por Turquía y reconocido por 21 países incluyendo
Francia y Alemania).
El entonces senador Barack Obama, durante su campaña presidencial en
2008, reconoció los acontecimientos de 1915 como un "genocidio" (hasta
1,5 millones personas murieron según Armenia), pero una vez elegido
presidente dejó de usar la palabra para no molestar al Gobierno turco,
y en 2013 adoptó la expresión"Medz Yeghern" (gran calamidad en
armenio).
Para alguien que se ha ganado una reputación por ser muy intolerante
con las críticas (basta hablar con casi cualquier periodista turco) y
ha adquirido creciente fama por su estilo autoritario, el mensaje de
Erdogan sorprende por su tono suave y conciliador. Ha ido más allá que
cualquier otro líder turco en hacer las paces con Armenia, ofreciendo
"condolencias a los descendientes", pero no llegó a pedir disculpas,
algo que exige la comunidad armenia dispersa por todo el mundo.
"Es indiscutible que los últimos años del Imperio Otomano fueron un
periodo difícil, lleno de sufrimientos para millones de turcos,
kurdos, árabes, armenios y demás ciudadanos otomanos,
independientemente de su religión u origen étnico," dijo Erdogan. "Una
posición concienzuda, justa y humana requiere un entendimiento de
todos los sufrimientos padecidos en ese periodo, sin discriminar
respecto a religión o etnicidad. Naturalmente, ni establecer
jerarquías de dolor ni comparar y contrastar sufrimientos conlleva
significado alguno para los que han padecido ellos mismos este dolor.
Como dice un proverbio turco, 'el fuego quema el sitio donde cae' ".
Ankara mantiene que entre 300.000 y 500.000 armenios, y al menos otros
tantos turcos, murieron en el conflicto, agravado cuando los armenios
tomaron las armas en el este de Anatolia para apoyar a las tropas
rusas invasoras durante la Primera Guerra Mundial. Turquía es un
estado musulmán y Armenia cristiano.
Hasta hace pocos años era un delito usar en público la palabra
"genocidio" en referencia a Armenia. Orhan Pamuk, ganador del Premio
Nobel deLiteratura en 2006, fue llevado a juicio en 2004 por "insultar
y debilitar la identidad turca" (bajo el tristemente célebre artículo
301 del Código Penal que ha sido reformado pero no suficientemente) en
una entrevista a un periódico suizo en la que pronunció la siguiente
frase: "En Turquía mataron a un millón de armenios y a 30.000 kurdos.
Nadie habla de ello y a mí me odian por hacerlo."
Según Erdogan, "En Turquía, la libre expresión de opiniones y
pensamientos diferentes acerca de los acontecimientos de 1915 es un
requerimiento de la pluralidad de los puntos de vista, de la cultura
democrática y de la modernidad." Buenas palabras pero no acompañadas
de hechos, como saben sobradamente los periodistas turcos,
acostumbrados a la autocensura si no quieren correr el riesgo de
perder su trabajo.
"Algunos pueden percibir este clima de libertad en Turquía como una
oportunidad para expresar afirmaciones y alegaciones acusatorias,
ofensivas e incluso provocadoras. Aun así, si esto permite entender
mejor los hechos históricos con sus aspectos legales y transformar
otra vez el resentimiento en amistad, es natural que se acepten con
empatía y tolerancia opiniones divergentes y que se espere una actitud
similar de todas las partes".
¡Bienvenida la tolerancia y divergencia de opiniones, y que no se
aplique solamente a la cuestión armenia!
En 2010 realizamos un sueño de irnos a Armenia, siendo mi mujer el
primer miembro de su familia en visitar el país desde hace muchas
generaciones. Una visita al monumento al genocidio y al museo anexo es
obligatoria para los armenios, sean armenios puros o no. Dado que no
me considero en lo más mínimo un experto sobre el tema del
genocidio,siempre he sido muy cuidadoso en este asunto. Después de ver
la documentación en el museo y los fotos de muertos y de niños y
mujeres hambrientos, me inclino más en usar la palabra genocidio en
vez de masacre o matanza.
Como era de esperar, la comunidad armenia ha rechazado la declaración
de Erdogan por ser insuficiente. Hay sospechas que detrás de su
mensaje hay un intento de mejorar su deteriorada imagen internacional
y acaparar los titulares de los medios (logrado) antes de presentarse
a las elecciones presidenciales en agosto, más que por resolver el
problema con Armenia, cuya frontera con Turquía (por otros motivos)
fue cerrada por Ankara en 1993.
http://www.elimparcial.es/turquia-y-el-holocausto-armenio-136888.html