Piensa, Chile
25 abril 2014
"El genocidio es un problema actual"
por Patricio Porta
Entrevista a Claire Mouradian, profesora de la Escuela de Altos
Estudios en Ciencias Sociales en París
"El no reconocimiento del genocidio armenio está relacionado con
intereses económicos."
Existen grupos de extrema derecha en Turquía que quisieran exterminar
a los armenios que quedan. Así lo aseguró Claire Mouradian, profesora
de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales en París y
experta en el genocidio armenio. "Todavía quedan grupos que dicen
abiertamente que el trabajo no fue terminado. El genocidio no es sólo
un problema del pasado, es un problema actual. Hay países, como
Estados Unidos, que no quieren confrontar con Turquía", sostuvo. Como
cada 24 de abril, hoy se conmemora en todo el mundo un nuevo
aniversario del exterminio del pueblo armenio a manos de las
autoridades otomanas, que comenzó en 1915 y que terminó con la vida de
un millón y medio de personas. "El no reconocimiento del genocidio
armenio está relacionado con intereses económicos y estratégicos.
Turquía es miembro de la OTAN, es un actor clave en la región",
explicó Mouradian sobre el hecho de que pocos países reconozcan el
plan sistemático de aniquilación física y cultural de los armenios
entre 1915 y 1923.
Estados como Argentina, Chile, Rusia y Canadá reconocen el genocidio
armenio. Sin embargo, otros como Alemania, Estados Unidos, España e
Israel no han tenido hasta la fecha un pronunciamiento concreto. El
caso más llamativo es el del Estado judío, creado tras el Holocausto.
"Hay israelíes que están luchando por el reconocimiento del genocidio
armenio. De hecho, los primeros en prestar atención al genocidio
armenio fueron los judíos, dentro y fuera del imperio otomano. Pero el
Estado de Israel no lo reconoce, porque su posición en Medio Oriente
es complicada y existen intereses comunes con Turquía. Esto no
significa que los israelíes, o algunos israelíes no lo reconozcan. No
todo es blanco y negro. Lo mismo pasa en Turquía", destacó Mouradian.
"No condeno a las generaciones jóvenes, porque en los libros escolares
está escrito lo que el Estado quiere que aprendan. Pero muchos saben
lo que pasó. Quedan iglesias armenias. En épocas del imperio, había
casi dos millones y medio de armenios. Estaban en las principales
ciudades del imperio. Ahora hay más información, más debate", agregó.
Mouradian, que participó este mes del Congreso Internacional sobre
Genocidio Armenio organizado por la Universidad Nacional de Tres de
Febrero, señaló que Turquía debe asumir su responsabilidad ante lo
ocurrido. "Los turcos les quitaron todo a los armenios y deberían
devolverles todo. Casas, bienes, iglesias, cuentas bancarias. En el
tratado de Sèvres de 1920, cuando se hizo una repartición del imperio
otomano y se crearon nuevos estados, se condenaron los crímenes de
guerra y se elaboró una lista de reparación. Era una lista precisa.
Los herederos del imperio otomano no quieren hacerse cargo de esas
deudas", aseveró, y dijo que Turquía no quiere aceptar este legado por
una cuestión económica y de imagen. "Aceptarlo implica reconocer cómo
fue construida Turquía. Les hicieron creer a los turcos que están allí
desde siempre y que los armenios nunca existieron. Eso es negacionismo
puro", añadió.
El genocidio armenio, en plena guerra mundial, respondió a un intento
por reconfigurar un imperio en decadencia, según Mouradian. "Hubieron
distintos intentos de salvar al imperio otomano, que estaba el
declive. El primer intento era darles iguales derechos a quienes
vivían en el imperio. Hubo algunos cambios en la Constitución para
reconocer los mismos derechos a musulmanes y no musulmanes. Finalmente
no prosperó y el imperio seguía desintegrándose. Se decidió aplicar la
islamización y a eso le siguió la creación de una nueva nación:
Turquía. Había armenios, búlgaros, kurdos, albaneses y árabes. Se
trataba de una creación artificial. Entonces decidieron turquizar a
los no musulmanes", contó. Los armenios eran considerados el
componente más peligroso dentro del imperio porque -según la experta-
eran cristianos y tenía contacto con los rusos a través de sus
fronteras, principal enemigo de los turcos. Además, debido a masacres
previas, se habían constituido movimientos armados y vivían en
comunidades muy compactas.
"Los armenios ocupaban un buen lugar en la estructura económica del
imperio, por lo que representaban un obstáculo para la turquización de
la economía. Pero eran el primer eslabón. Los griegos, los caucásicos
y los judíos también fueron un objetivo para los turcos. Hicieron una
ingeniería territorial y demográfica", prosiguió Mouradian. Talaat, el
ministro del Interior del imperio, fue el que planificó el genocidio,
el que vigiló pueblo por pueblo la actividad en la península de
Anatolia y organizó el desplazamiento de los distintos grupos. "La
idea era desplazarlos para que no constituyeran un grupo homogéneo y
poder asimilarlos, convertirlos en turcos. Al final de la Primera
Guerra Mundial, la mitad de la población de Anatolia había cambiado",
apuntó la experta francesa de origen armenio.
Una de las consecuencias del genocidio fue la gran diáspora armenia.
"La mitad de la población armenia desapareció. Pero la consecuencia
más notable fue la creación de una gran diáspora. Por eso hay armenios
en Argentina, en Brasil, en Estados Unidos, en Francia. Es un problema
para los turcos, porque adonde vayan siempre hay armenios. Un efecto
bumerang", bromeó Mouradian. Más allá de que los perpetradores del
genocidio estén muertos, la investigadora consideró que el exterminio
es aún un tema caro para los turcos. "Es difícil admitir que tus
ancestros son asesinos, que tu casa fue usurpada, que tu pasado no fue
tan glorioso", reconoció.
http://piensachile.com/2014/04/el-genocidio-es-un-problema-actual/
From: A. Papazian
25 abril 2014
"El genocidio es un problema actual"
por Patricio Porta
Entrevista a Claire Mouradian, profesora de la Escuela de Altos
Estudios en Ciencias Sociales en París
"El no reconocimiento del genocidio armenio está relacionado con
intereses económicos."
Existen grupos de extrema derecha en Turquía que quisieran exterminar
a los armenios que quedan. Así lo aseguró Claire Mouradian, profesora
de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales en París y
experta en el genocidio armenio. "Todavía quedan grupos que dicen
abiertamente que el trabajo no fue terminado. El genocidio no es sólo
un problema del pasado, es un problema actual. Hay países, como
Estados Unidos, que no quieren confrontar con Turquía", sostuvo. Como
cada 24 de abril, hoy se conmemora en todo el mundo un nuevo
aniversario del exterminio del pueblo armenio a manos de las
autoridades otomanas, que comenzó en 1915 y que terminó con la vida de
un millón y medio de personas. "El no reconocimiento del genocidio
armenio está relacionado con intereses económicos y estratégicos.
Turquía es miembro de la OTAN, es un actor clave en la región",
explicó Mouradian sobre el hecho de que pocos países reconozcan el
plan sistemático de aniquilación física y cultural de los armenios
entre 1915 y 1923.
Estados como Argentina, Chile, Rusia y Canadá reconocen el genocidio
armenio. Sin embargo, otros como Alemania, Estados Unidos, España e
Israel no han tenido hasta la fecha un pronunciamiento concreto. El
caso más llamativo es el del Estado judío, creado tras el Holocausto.
"Hay israelíes que están luchando por el reconocimiento del genocidio
armenio. De hecho, los primeros en prestar atención al genocidio
armenio fueron los judíos, dentro y fuera del imperio otomano. Pero el
Estado de Israel no lo reconoce, porque su posición en Medio Oriente
es complicada y existen intereses comunes con Turquía. Esto no
significa que los israelíes, o algunos israelíes no lo reconozcan. No
todo es blanco y negro. Lo mismo pasa en Turquía", destacó Mouradian.
"No condeno a las generaciones jóvenes, porque en los libros escolares
está escrito lo que el Estado quiere que aprendan. Pero muchos saben
lo que pasó. Quedan iglesias armenias. En épocas del imperio, había
casi dos millones y medio de armenios. Estaban en las principales
ciudades del imperio. Ahora hay más información, más debate", agregó.
Mouradian, que participó este mes del Congreso Internacional sobre
Genocidio Armenio organizado por la Universidad Nacional de Tres de
Febrero, señaló que Turquía debe asumir su responsabilidad ante lo
ocurrido. "Los turcos les quitaron todo a los armenios y deberían
devolverles todo. Casas, bienes, iglesias, cuentas bancarias. En el
tratado de Sèvres de 1920, cuando se hizo una repartición del imperio
otomano y se crearon nuevos estados, se condenaron los crímenes de
guerra y se elaboró una lista de reparación. Era una lista precisa.
Los herederos del imperio otomano no quieren hacerse cargo de esas
deudas", aseveró, y dijo que Turquía no quiere aceptar este legado por
una cuestión económica y de imagen. "Aceptarlo implica reconocer cómo
fue construida Turquía. Les hicieron creer a los turcos que están allí
desde siempre y que los armenios nunca existieron. Eso es negacionismo
puro", añadió.
El genocidio armenio, en plena guerra mundial, respondió a un intento
por reconfigurar un imperio en decadencia, según Mouradian. "Hubieron
distintos intentos de salvar al imperio otomano, que estaba el
declive. El primer intento era darles iguales derechos a quienes
vivían en el imperio. Hubo algunos cambios en la Constitución para
reconocer los mismos derechos a musulmanes y no musulmanes. Finalmente
no prosperó y el imperio seguía desintegrándose. Se decidió aplicar la
islamización y a eso le siguió la creación de una nueva nación:
Turquía. Había armenios, búlgaros, kurdos, albaneses y árabes. Se
trataba de una creación artificial. Entonces decidieron turquizar a
los no musulmanes", contó. Los armenios eran considerados el
componente más peligroso dentro del imperio porque -según la experta-
eran cristianos y tenía contacto con los rusos a través de sus
fronteras, principal enemigo de los turcos. Además, debido a masacres
previas, se habían constituido movimientos armados y vivían en
comunidades muy compactas.
"Los armenios ocupaban un buen lugar en la estructura económica del
imperio, por lo que representaban un obstáculo para la turquización de
la economía. Pero eran el primer eslabón. Los griegos, los caucásicos
y los judíos también fueron un objetivo para los turcos. Hicieron una
ingeniería territorial y demográfica", prosiguió Mouradian. Talaat, el
ministro del Interior del imperio, fue el que planificó el genocidio,
el que vigiló pueblo por pueblo la actividad en la península de
Anatolia y organizó el desplazamiento de los distintos grupos. "La
idea era desplazarlos para que no constituyeran un grupo homogéneo y
poder asimilarlos, convertirlos en turcos. Al final de la Primera
Guerra Mundial, la mitad de la población de Anatolia había cambiado",
apuntó la experta francesa de origen armenio.
Una de las consecuencias del genocidio fue la gran diáspora armenia.
"La mitad de la población armenia desapareció. Pero la consecuencia
más notable fue la creación de una gran diáspora. Por eso hay armenios
en Argentina, en Brasil, en Estados Unidos, en Francia. Es un problema
para los turcos, porque adonde vayan siempre hay armenios. Un efecto
bumerang", bromeó Mouradian. Más allá de que los perpetradores del
genocidio estén muertos, la investigadora consideró que el exterminio
es aún un tema caro para los turcos. "Es difícil admitir que tus
ancestros son asesinos, que tu casa fue usurpada, que tu pasado no fue
tan glorioso", reconoció.
http://piensachile.com/2014/04/el-genocidio-es-un-problema-actual/
From: A. Papazian